La vuelta al trabajo.


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La vuelta al cole para los niños. La vuelta al trabajo para los mayores.
No es un proceso clínico que deba tratarse de manera especial, es sencillamente un tiempo de adaptación pasajero después de un período de descanso. ¡A esto llegamos todos! Pero no lo olvidemos, ¿vale?
Las vacaciones de por sí son para romper con la rutina que implica generalmente romper con los hábitos inclusive los más básicos. Dejar a un lado lo que nos regalamos con gusto para incorporarnos a nuestro día a día y esta vuelta al trabajo muchas veces trae consigo malestar, malhumor, dificultad de concentración, sentirse desubicado, ansiedad, tristeza, insomnio, alteraciones digestivas, pero esto no es signo de ningún tipo de enfermedad.
En un plazo no menor de una semana, diez días, de manera espontánea se supera, sin perder la añoranza y el recuerdo de las vacaciones y quizás, empezando en nuestras cabezas la vuelta atrás para los siguientes días de descanso, pero adaptados ya lo estaremos en condiciones óptimas para entonces.
Hay, sin embargo, un porcentaje cada vez más elevado de mujeres, principalmente, que agradecen la vuelta al trabajo porque es más el estrés que supone el hacerse cargo de la familia y tenerla atendida que su día a día con sus espacios propios de descanso. El ocio de las vacaciones queda como un vacío que no se sabe cómo llenar y queda usurpado por las necesidades de los demás. Aparece la sensación de falta de libertad, de insatisfacción, de no saber cómo llenarse y suele acompañar con un balance muy nefasto de lo que la propia vida… Todo depende de lo que se conozca uno mismo, de cómo viva su realidad y como la gestione.
Las propias conclusiones a que uno llegue por negativas que sean, deberían ser pequeños anclajes para la búsqueda de soluciones y poder llegar a un diálogo sincero con nosotros mismos.
Unas recomendaciones muy útiles que pueden tenerse en cuenta para la vuelta al trabajo es:
-No apurar hasta el último momento y tener un margen de adaptación entre la vuelta de las vacaciones y la reincorporación al trabajo. Lo ideal es disponer de unos días antes de la reincorporación para que todo no sea tan nuevo.
-Acomodar los ritmos físicos de sueño, comida, etc.… de manera paulatina.
-Intentar recordar los buenos momentos y pensar que se volverán a repetir. La vuelta al trabajo no tiene que trasladarnos a ver el lado negativo de la vida. No olvidemos que todo tiene su lado positivo.
-Una posible idea es distribuir las vacaciones del año en varias tandas, de manera que las ausencias no sean tan prolongadas y tengamos más incursiones a un descanso merecido que podemos necesitar a lo largo del año.
¿Me puedo ayudar con algo alternativo?
De entrada, según el cuadro que se genere, la propia homeopatía puede ser de gran ayuda para aligerar el cuadro y suframos menos. Lo que en estado normal sería aguantar unos diez días, en pocos lo tenemos resuelto.
Como en vacaciones hemos sobrepasado unos cuantos límites de comer, beber y desorden horario, para una buena puesta a punto puede ser interesante incorporar alguna técnica suave de depuración según la actividad que hemos realizado nos puede venir bien medicamentos homeopáticos básicos como sulphur, nux vómica, chelidomium, berberis, entre otros a diluciones bajitas. Otra solución es decantarnos por unos días al consumo de cantidades importantes de fruta entre horas.
La dieta básicamente tendría ser lo más ordenada posible y las noches ligeras para no entorpecer la adaptación que nos puede resultar ya difícil de por sí.
Beber mucho líquido porque aunque nos reincorporemos a nuestra normalidad el verano no ha pasado y todavía tenemos que tener un cuidado especial para la hidratación, contando, además, que los aires acondicionados, los espacios mal ventilados pueden suponer una oxidación para nuestro organismo y por lo general, en vacaciones hemos tenido más aire natural que es lo que nuestro organismo realmente necesita.
Acompañarnos con algún complejo vitamínico del grupo B nos ayudará a que nuestro sistema nervioso y nuestra reacción ante la nueva situación no sean tan estresantes para nosotros y si la adaptación es muy crítica se puede barajar la posibilidad de hacer alguna tisana tranquilizante, reequilibrante a base de rooibos, melisa, pasiflora, etc...
Intentemos no volver a los malos hábitos de antes de exceso de café y de estimulantes, quizás, es el momento perfecto para empezar a sustituirlos por remedios sanos y ver el por qué sentimos este desgaste que tenemos.
Los preparados de los Laboratorios Quinton, el Isotónico, concretamente, nos restablecerá a nivel de célula lo que el café y otros preparados estimulantes no pueden conseguir, con la ventaja de tener bien alimentado el organismo a nivel de oligoelementos.
¡Mucho ánimo, chicos y que tengáis una excelente vuelta a vuestra rutina!

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